"Los agricultores familiares hemos contribuido en este año de pandemia a solventar las necesidades de alimentación en Panamá”: CONADAF
La agricultura familiar se está visibilizando cada vez más como un sector clave
Panamá. “La agricultura familiar se está visibilizando cada vez más como un sector clave para lograr un desarrollo sostenible con equidad en todos los territorios de Panamá”, aseguró el Representante de la FAO en este país, Adoniram Sanches Peraci, en la apertura del encuentro denominado “Desafíos y Oportunidades para la Agricultura Familiar en el Marco de los Sistemas Alimentarios Sostenibles”, realizado en coordinación con la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) y el Comité Agrícola de las Minas.
Este espacio de diálogo, desarrollado con el objetivo de intercambiar información, conocimientos y experiencias vinculadas a la agricultura familiar en Panamá, contó con participantes expositores de la academia, el sector privado, organizaciones de productores e instituciones de Gobierno involucradas en el proceso de la ejecución de la Ley de Agricultura Familiar.
Los representantes de las diferentes instancias coincidieron que, en los últimos años, Panamá ha logrado importantes avances en este tema, entre los que se destaca la creación del Comité Nacional de Diálogo de Agricultura Familiar (CONADAF) a partir del 2017, como instancia responsable de representar a las agrupaciones de agricultores familiares a nivel nacional, provincial, comarcal y de tierras colectivas.
Asimismo, se reconoció el esfuerzo conjunto del gobierno, la sociedad civil, la cooperación internacional y la FAO enfocado en la creación de políticas diferenciadas y marcos normativos para el abordaje eficaz de las necesidades del sector, como el Plan nacional de agricultura familiar, elaborado en 2018, y la Ley de agricultura familiar aprobada en 2020, la cual ya cuenta con un borrador de su reglamentación.
“Representa un gran avance que el país, a través de estos marcos normativos, impulse los medios de vida de estas familias que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y pobreza, particularmente después de las afectaciones generadas por el coronavirus, por la disminución de sus ventas, cancelación de contratos por la caída en la demanda ante los cierres de algunos mercados, entre otras consecuencias”, señaló Sanches Peraci.
Adicionalmente, el funcionario de FAO resaltó la importancia de la integración de la agricultura familiar a programas nacionales como “Estudiar sin Hambre” y “Panamá Solidario”, iniciativas gracias a las cuales se ha mantenido vivo el sistema alimentario, contribuyendo que la crisis sanitaria no se transforme en una crisis alimentaria.
Sobre esto, Youssef Sayad del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) comentó: "Debemos fortalecer los conocimientos y experiencias que se han alcanzado desde el Estado, y sobre todo, aquellas logradas con la contribución de las instancias aliadas, para el apoyo a la Agricultura Familiar de Panamá".
Por su parte, el rector de la USMA, Prof. Francisco Blanco Lopezuazo, enfatizó el papel que las universidades juegan en el desarrollo de la sociedad, mediante la integración de los saberes, las investigaciones y las acciones que impulsen el desarrollo del país. El equipo técnico de la USMA compartió que están trabajando en el diseño de una granja ecológica, de un circuito turístico vinculado a café y cacao, y de modelos de acceso a mercados, entre otras acciones.
Las instancias participantes coincidieron que, en el marco de todas las consecuencias por la COVID19, es preciso adoptar medidas inmediatas para garantizar la continuidad de la cadena de suministro de alimentos -en el plano local e internacional- a fin de mitigar el riesgo de perturbaciones importantes que tendrían consecuencias considerables para todos, en especial para la población más pobre y vulnerable.
Al respecto, el presidente del CONADAF, Modesto Figueroa, afirmó: "Los agricultores familiares hemos contribuido en este año de pandemia a solventar las necesidades de alimentación frescos, saludables y orgánicos en Panamá".
Según las cifras compartidas por el Oficial de nutrición de FAO para América Latina, Israel Ríos, en Panamá el índice de subalimentación es del 7%, es decir, aproximadamente 300 000 familias. Por otra parte 36,7% de niñas y niños en edad escolar presentan sobrepeso. En los adultos, 71% tienen sobrepeso; y un 35,5% obesidad. “Para cambiar estas cifras, es necesario modificar el ambiente alimentario, a través de la implementación de 5 componentes: promover programas de protección social, facilitar el acceso a dietas nutritivas, integrar iniciativas de educación alimentaria y nutricional, implementar guías alimentarias y promover las regulaciones”, explicó Ríos.
Finalmente, en el espacio de diálogo se presentó el Sistema Integrado de Gestión Agropecuaria, gracias al cual se contará con un registro detallado de productores agropecuarios y la identificación de fortalezas y necesidades de la agricultura familiar para facilitar la toma de decisiones.
Al cierre de la actividad la FAO recordó la importancia de satisfacer las necesidades alimentarias inmediatas de sus poblaciones vulnerables, impulsar sus programas de protección social, continuar con el comercio mundial de alimentos, mantener la cadena de suministro local y contribuir a desarrollar la capacidad de los pequeños agricultores para aumentar la producción alimentaria.
La Organización agradeció y reconoció el trabajo de instancias como el MIDA, para el alcance de todos estos resultados, así como de otras instancias que han sido claves en el impulso de la Agricultura Familiar en Panamá: el Comité de Diálogo de Agricultura Familiar (CONADAF), la Asamblea Nacional de Panamá, el Frente Parlamentario contra el Hambre, capítulo de Panamá; y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), quien ha contribuido mediante el programa Mesoamérica sin Hambre.
Algunos datos de Panamá, según el Plan Nacional de Agricultura Familiar
Según las estadísticas ofrecidas por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y la Contraloría General de Panamá, en el país existen 246,033 agricultores, de los cuales se estima que el 80% pertenecen a la categoría de agricultura familiar. En la actualidad es la principal alternativa para la Seguridad Alimentaria y Nutricional y es una garantía de la Soberanía Alimentaria.
Para el año 2000, el PIB del sector agropecuario representaba apenas el 7% de la economía nacional. En 2010 había caído al 3.1% y para 2015 se había reducido a un 2.2%. Esto indica que en Panamá se perdieron más de cien mil hectáreas de producción agropecuaria en los últimos quince años y las exportaciones agropecuarias se redujeron en más de la mitad durante los últimos nueve años.
El desarrollo de las zonas rurales en Panamá ha sido más lento que en las áreas urbanas. Es en las zonas rurales donde se observan los grandes bolsones de pobreza y de pobreza extrema, que impacta al 50% de la población rural. Ésta se agudiza en las zonas indígenas donde en algunas comarcas llega hasta el 75% de la población. La inseguridad alimentaria y la desnutrición, el desempleo, los bajos niveles de educación y el difícil acceso a servicios de salud también tienen una alta incidencia en la población rural panameña.