Las mujeres continúan presentando mayores niveles de malnutrición que los hombres en la región de América Latina y El Caribe

las mujeres sufren en mayor porcentaje la malnutrición

Panamá. El más reciente informe de Naciones Unidas sobre el Panorama de la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe 2020 muestra una prevalencia de inseguridad alimentaria en las mujeres de la región de Mesoamérica de 13.6%, versus 11.3% en el caso de los hombres, para el periodo 2017-2019, recordó la FAO en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2021.

La FAO reiteró que, en Mesoamérica, así como en toda la región de América Latina y el Caribe, las mujeres sufren en mayor porcentaje las dos caras de la malnutrición: por una parte, el hambre; y por otra, el sobrepeso y la obesidad. 

En todos los países de la región, el sobrepeso en las mujeres es mayor que en los hombres, y en 19 países, la diferencia es al menos de 10 puntos porcentuales. “Las mujeres experimentan la coexistencia de la desnutrición y al mismo tiempo el sobrepeso y obesidad con consecuencias directas en la prevalencia de enfermedades no transmisibles relacionadas a la dieta. De ahí que es necesario entender mejor la relación entre el funcionamiento de los actuales sistemas alimentarios y cómo influyen estos en los mayores niveles de malnutrición en niñas, jóvenes y adultas”, explicó la Especialista en género de la oficina de FAO para Mesoamérica, Verónica Chicas.

La funcionaria de FAO se refirió a datos del Perfil de país sobre la igualdad de género en Panamá, documento que se construyó en un esfuerzo coordinado entre la FAO, UNICEF, UNFPA, PNUD, ONU Mujeres y la Oficina de la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas de Panamá, con el objetivo de visibilizar las principales brechas de género que enfrentan las mujeres y como un instrumento para la construcción de políticas públicas con igualdad de género. Dicho documento evidencia que a pesar de los esfuerzos del gobierno, organizaciones internacionales y sociedad civil entre otros, por disminuir las brechas de género, Panamá es el tercer país con mayores índices de desigual en América Latina. 

Mientras que en la región, la población de mujeres sin ingresos propios en 2018 fue 29% y 10.5% para los hombres. Las mujeres en Panamá, a nivel nacional, están a cuatro puntos porcentuales de ese promedio con 25.1%. Los hombres se alejan en 3.7% del promedio con un 6.8%. Adicionalmente, las mujeres en edad reproductiva son las más afectadas. Una de cada cuatro mujeres entre 35 a 44 años no cuenta con ingresos propios, en tal condición un 26.9% depende de otra persona para subsistir.

Para enfrentar estas desigualdades económicas, la FAO trabaja a para contribuir a disminuir las brechas de género en distintos niveles: la Organización en coordinación con los gobiernos promueve que las políticas, programas y proyectos implementen una perspectiva de igualdad de género;  el  empoderamiento y reactivación económica de mujeres rurales e indígenas; así como su fortalecimiento con competencias de planificación, empresariales y de negocios para contribuir a su autonomía económica personal, familiar y para que cuenten con elementos que les permitan ser más capaces de participar efectivamente en la economía local y nacional.

Al respecto, el Coordinador Subregional de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, comentó que la propuesta de la Organización es adoptar una perspectiva sistémica para abordar las brechas que experimentan las mujeres en el ejercicio de sus derechos, lo que exige diseñar e implementar políticas, programas y proyectos orientados a tratar de manera diferenciada los requerimientos de poblaciones diversas, teniendo en cuenta el género, la interculturalidad y la edad, entre otras. Para esto, la FAO recomienda garantizar la seguridad alimentaria y nutricional desde un enfoque territorial y una mirada multisectorial que incluya a todas las partes interesadas, tanto a nivel nacional como local.

A su vez, Las mujeres son agentes cruciales en la lucha contra la pobreza rural, el hambre y la malnutrición. Ellas representan más del 50% de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo y si las mujeres tienen el mismo acceso que los hombres a recursos productivos, pueden aumentar la productividad de sus terrenos de manera significativa, lo que podría reducir el hambre en el mundo.

A nivel subregional, la FAO lidera diversas iniciativas que focalizan sus acciones en impulsar la participación activa de mujeres rurales, campesinas e indígenas como protagonistas en espacios de toma de decisión relacionados con sistema agroalimentarios, disponibilidad de recursos hídricos y vinculaciones comerciales; así como otras iniciativas de carácter ambiental, estas últimas por el reconocimiento del importante rol que realizan las mujeres rurales, campesinas e indígenas como guardianas de los recursos naturales de sus territorios. 

“Las mujeres son importantes movilizadoras de cambio, que potencian la capacidad de adaptación y mitigación al cambio climático, mediante decisiones relacionadas con sus hogares, el uso cotidiano de los recursos, la provisión para sus hogares y los patrones culturales, el rescate de semillas ancestrales y el legado que trasmiten de generación en generación”, reiteró el Coordinador para Mesoamérica.

La campaña #MujeresRurales #MujeresConDerechos

En el marco de este día conmemorativo, FAO promueve una campaña sobre el rol clave de las mujeres en una reactivación inclusiva y transformadora de los sistemas alimentarios, con el objetivo de visibilizar que la transformación de los sistemas alimentarios es también una cuestión de igualdad de género. Las marcadas desigualdades experimentadas por mujeres y niñas son tanto una causa como un resultado de sistemas alimentarios insostenibles, acceso injusto a los alimentos, consumo y producción.

Esta campaña llama a la reflexión sobre la importancia de que los sistemas alimentarios favorezcan la igualdad de género, lo cual requiere una combinación de conocimientos, políticas sólidas, regulaciones e inversiones en todo el proceso de producción y consumo. Asimismo, plantea que es necesario repensar el papel de las mujeres como productoras y consumidoras, con especial atención ante el cambio climático, instando a observar cómo las respuestas de las mujeres al cambio climático fortalecen la resiliencia de los sistemas alimentarios.

Asimismo, el 31 de marzo tendrá lugar el “Dialogo regional sobre la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres para la transformación de los sistemas alimentarios de América Latina y el Caribe”, iniciativa que se enmarca en la “Cumbre sobre Sistemas Alimentarios como parte de la Década de Acción para el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030”, convocada por el Secretario General de la ONU.  

Este diálogo tendrá como objetivo el abordar con los gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y afrodescendientes, la   academia, el sector privado y las agencias del Sistema de Naciones Unidas, los desafíos y vías para el desarrollo de sistemas alimentarios que favorezcan el ejercicio pleno de los derechos y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe.

Es por ello que la labor de la FAO para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer y de las niñas contribuye a cada uno de los 17 ODS y refleja el compromiso de la Agenda 2030 de «no dejar a nadie atrás»