Legumbres, alimentos que previenen enfermedades crónicas
El consumo regular de las legumbres contribuye a mantener una dieta saludable
Panamá. Desde la aparición de la COVID-19, en el 2020, la FAO expuso su preocupación por reforzar los sistemas alimentarios a fin de favorecer el acceso a las dietas saludables, como condición fundamental para luchar contra el hambre, la malnutrición y ayudar a combatir las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), promoviendo urgentemente hábitos alimentarios que procuren condiciones adecuadas de salud para minimizar el impacto del virus en la población, y reconociendo el impacto que la COVID-19 tiene sobre las personas con ENT.
De acuerdo a informes oficiales, en la actualidad, las ENT constituyen una de las principales causas de mortalidad en el mundo, al ser responsables del 70% de las muertes, lo que equivale a 40 millones de personas. Entre ellas el infarto, enfermedades isquémicas del corazón, la diabetes mellitus, la enfermedad hipertensiva y varios tipos de cáncer asociados con la mala alimentación. Esta tendencia elevó significativamente los índices de mortalidad generados por la COVID-19. El aumento de la prevalencia de la obesidad, un mayor consumo de dietas de baja calidad y la malnutrición generalizada contribuyeron, durante este periodo, a un mayor impacto de los efectos de esta pandemia en la salud de las personas infectadas.
La obesidad ha sido un reconocido factor de riesgo para el aumento de complicaciones severas y la mortalidad por COVID-19. Esto se debe a su vinculación con algunos padecimientos de síndrome metabólico, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, hígado graso, entre otras. Según el informe de Naciones Unidas, el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020, en 2016, 315 millones de personas (casi la mitad de la población de la región) sufría sobrepeso y obesidad, en comparación con 239 millones en 2006.
En este contexto y en el marco del Día Mundial de las Legumbres, la FAO reitera una vez más que, por su alto valor nutricional, las legumbres son consideradas uno de los alimentos que puede contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico, catalogándolas como el delicioso aliado para lograr la seguridad alimentaria, reducir la malnutrición, erradicar el hambre y reducir las posibilidades de desarrollar las ENT, manifestadas más comúnmente en las personas con sobrepeso y obesidad.
El consumo regular de las legumbres contribuye a mantener una dieta saludable puesto que son bajas en grasas y colesterol, y además son ricas en potasio, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares; adicionalmente, son bajas en sodio, principal causante de problemas de hipertensión; son una buena fuente de proteína de origen vegetal y de hierro, propiedades fundamentales para prevenir la anemia; y, son fuente de hierro, lo que contribuye a prevenir la anemia. Finalmente, las legumbres son alimentos de índice glucémico bajo y altas en fibra dietética, por lo que ayudan a estabilizar el azúcar en sangre y los niveles de insulina, convirtiéndose en alimentos adecuados para las personas con diabetes e ideales para controlar el peso.
Otros beneficios de las legumbres
Las legumbres son fundamentales para la mayoría de los países en desarrollo y las comunidades más vulnerables, al ser una fuente importante de empleos e ingresos para los agricultores familiares, especialmente en la región centroamericana.
Estos alimentos fomentan la agricultura sostenible. Su producción requiere una menor cantidad de agua, en comparación con otras fuentes de proteína, y ayuda a aumentar la biomasa y la actividad microbiana del suelo, al convertir el nitrógeno atmosférico en compuestos de nitrógeno, que favorecen la fertilidad del suelo y su biodiversidad. Se estima que las leguminosas pueden fijar entre 72 y 350 kilogramos de nitrógeno por hectárea al año.
Sumado a esto, las legumbres son inteligentes en base al clima, puesto que se adaptan simultáneamente al cambio climático y contribuyen a mitigar sus efectos. Su introducción en los sistemas agrícolas puede ser clave para aumentar la resiliencia al cambio climático.
En la pasada celebración del Día Mundial de las Legumbres, el Director General de la FAO reiteró el compromiso de la Organización de seguir trabajando con todos sus asociados para mejorar la producción y el consumo de legumbres como medio de contribuir a la nutrición -en especial a las necesidades de micronutrientes de los niños y los ancianos- y a unos sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles, haciendo que las dietas saludables sean accesibles para todos. Contribuyendo además con la salud de las personas y del planeta.