Ministros destacan compromiso del sector agropecuario con incremento de producción de alimentos
“Producir más alimentos, con un uso responsable del agua”
Chile. El sector agropecuario está comprometido con generar cada vez más alimentos para el mundo a través de buenas prácticas que también contribuyan a la mitigación del cambio climático, afirmaron representantes de 24 países de los cinco continentes durante la Primera Conferencia Ministerial de Sistemas Alimentarios Bajos en Emisiones, realizada en Santiago de Chile.
El presidente chileno, Gabriel Boric, dio su respaldo a la reunión, que tuvo como objetivo posicionar a la agricultura como un sector relevante para ofrecer soluciones innovadoras a la crisis climática.
Boric afirmó que lograr seguridad alimentaria es uno de los mayores desafíos de América Latina y se refirió a la importancia de la innovación, de las nuevas tecnologías y de la capacitación para construir una agricultura más sustentable.
El foco de la conferencia está puesto en estimular la cooperación internacional para reducir las emisiones de metano, que es uno de los gases de efecto invernadero (GEI) que generan el cambio climático. En 2021, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Glasgow (COP 26), más de 100 países asumieron el compromiso de reducir las emisiones globales de metano en un 30% para 2030 y, al mismo tiempo, generar las condiciones para una mayor resiliencia de los sistemas alimentarios.
“Esta es una instancia histórica, donde hay representantes de los cinco continentes que se atreven a discutir la importancia de reducir la emisión de metano en la agricultura, que ayudaría a aplacar de manera más eficaz el cambio climático", dijo el Ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, co-presidente del evento junto al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas.
“La invitación es para ver si logramos un triángulo perfecto: producir más alimentos, con menos estrés del medioambiente y con un uso responsable del agua. Esta es nuestra obligación”, agregó Valenzuela.
La Conferencia contó con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), representado por su Director General, Manuel Otero.
El Ministro Planas consideró que la salud de los ecosistemas, el bienestar humano y el desarrollo sostenible son temas que están íntimamente relacionados entre sí y no cabe avanzar en alguno de ellos en forma separada, sino conjunta.
El ministro español dijo que el sector agrícola debe adaptarse a un nuevo contexto: “Debemos pensar en qué instrumentos y qué tecnologías son capaces de responder a las necesidades actuales de producción de alimentos. Por eso es muy importante reconocer el valor de las diversas formas de conocimiento y de investigación. Tenemos el reto de nutrir y proporcionar alimentos a una población creciente, utilizando medios naturales limitados y reduciendo el impacto sobre el ambiente”.
También asistió al encuentro el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos, quien saludó la iniciativa de su colega chileno de poner en la mesa un debate clave para el sector agropecuario.
"Primero, felicitar al ministro de Chile y todo su equipo por traer a la discusión este tema tan importante que tiene que ver con los esfuerzos por reducir las emisiones de la agricultura. Esto es crucial para el futuro de nuestra actividad y de nuestros países, que tienen vocación de producción agropecuaria", dijo Mattos.
Y agregó: "Nosotros somos cada vez más vulnerables a eventos extremos como sequías, inundaciones e incendios, todas catástrofes climáticas que no son generadas por el sector agropecuario, sino que son generados por los países desarrollados con su estilo de consumo. De todas maneras, tenemos que asumir el compromiso de ir mejorando nuestro desempeño ambiental para mitigar los efectos del cambio climático".
En este aspecto, Uruguay ha dado pasos fundamentales, dado que la mayor parte de la ganadería del país se hace sobre pastizales naturales, lo que favorece un importante aporte en términos de secuestro de carbono. Uruguay, además, puso en marcha un sistema para calcular las emisiones por hectárea y por kilo de carne producida, una herramienta que confirma que el campo natural es capaz de capturar carbono.
El Director General del IICA, por su parte, se refirió a la necesidad de identificar soluciones concretas y prácticas para que los países, mediante sus políticas públicas, disminuyan sus emisiones de metano, manteniendo y aumentando la productividad de manera sustentable para todo el planeta, lo que reforzará la seguridad alimentaria y, como consecuencia, la paz.
En ese sentido, afirmó que es un desafío impostergable la reducción de las emisiones de metano, especialmente en las cadenas productivas vinculadas a la ganadería y al arroz.
“La transformación que ya está en curso hace que sea impostergable sentar las bases de una agricultura baja en emisiones. La agricultura del futuro que ya está llegando será sostenible o no será agricultura”, afirmó.
Otero dio los detalles de las acciones que está llevando adelante el IICA en distintos países de las Américas para reducir las emisiones de metano en la producción de arroz y en la actividad ganadera.
De todas maneras, el Director General del IICA afirmó que la ganadería muchas veces es cuestionada injustificadamente por la cuestión del cambio climático.
“Quiero hacer una defensa de esta cadena productiva –expresó- a la que se ha tratado de sentar injustamente en un supuesto banquillo de los acusados, olvidando que es un sector casi siempre ubicado en zonas marginales que no compite con otras cadenas y que cumple una función social”.
“La ganadería es escenario de múltiples transformaciones, que está tratando de lograr una mayor eficiencia a través del mejoramiento genético, la integración de sistemas agrosilvopastoriles y el mejoramiento de pasturas, entre otras prácticas”, añadió.
Otero concluyó poniendo en primer plano el papel de los agricultores, actores irremplazables de la seguridad alimentaria.
“Queremos que los agricultores –afirmó-, además de producir, sean proveedores de servicios ecosistémicos, guardianes de la biodiversidad y custodios de los territorios rurales. Debemos darles la importancia que ellos merecen para que sean, en definitiva, protagonistas de su propia transformación”.