La combinación microbioma y genética del cacao elevan la tolerancia y el biocontrol de patógenos

PANAMÁ PRODUCE ORO NEGRO PARA EL MUNDO..

Panamá. El cacao producido en Panamá es transformado en las mejores chocolaterías del mundo. El aroma y el sabor de la semilla del también conocido “oro negro” son únicos y muy gustados desde antiguos pobladores mesoamericanos.

Este cultivo que se extiende de México hasta la cuenca del Amazonas es afectado por una serie de patógenos, los que inciden con mayor fuerza cuando el cultivo no se desarrolla enfocado en la producción y la comercialización de este, basado en la ciencia y la investigación.

En Panamá, la mayor producción de cacao se concentra en las provincias de Bocas del Toro, le siguen Colón, Darién y la comarca Guna Yala.

Cada año según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en Panamá se producen apenas 500 toneladas, cuando el hectareaje tiene la capacidad para 4,000 toneladas al año, algo parecido a los competidores de la región como Nicaragua donde producen cerca de 7,000 toneladas de cacao en 7,000 hectáreas de cacao fino y orgánico.

Sin embargo, el futuro de la producción panameña podría cambiar en los próximos años, debido al esfuerzo de múltiples actores tal como se puso de manifiesto en el reciente Simposio Virtual Estado Actual de la Producción y Ciencia del Cacao en Panamá. Evento organizado por el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP) y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y que contó con expositores de diferentes instituciones incluyendo MIDA, IDIAP, Canal de Panamá, IICA, y de diversas empresas y asociaciones nacionales de productores de cacao.  En el simposio asistieron 150 participantes de diversas partes del país, que incluyeron, productores de cacao, investigadores y estudiantes. 

Desde 2017, investigadores del INDICASAT-AIP, junto con el Instituto  Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) y el apoyo financiero de la SENACYT desarrollan la investigación  "La interacción microbioma y genética del cacao para biocontrol del Moniliophthora roreri", que fue expuesta recientemente en el Simposio y que busca identificar combinaciones óptimas de variedades genéticas de cacao y microbioma que permitan mayor tolerancia a enfermedades. El Dr. Luis Mejía, investigador principal del proyecto, comentó que "el microbioma de cacao es  muy diverso y amplio en muchos casos, en el cacao se encuentran docenas de hongos y bacterias que viven asociadas al cacao y muchas de esas especies tienen la capacidad de aumentar la resistencia a enfermedades y en el Instituto lo que tratamos de hacer es entender cómo es esa interacción entre esos microorganismos y la planta de cacao. Para ello, trabajamos con hongos endófitos, los cuales viven dentro de los tejidos de la planta y de manera asintomática".

Mejía explicó que cuando uno ve una hoja nueva de cacao, la misma nace libre de microbios y a medida que va desarrollándose empieza a acumular microorganismos. Hemos identificado algunos de estos microorganismos de hongos endófitos que viven en la hoja y algunos de ellos tienen la capacidad de aumentar la tolerancia al patógeno Phytophthora, también conocida como la enfermedad de la Mazorca negra, la más importante en el globo.

El Dr. Mejía explicó que las pruebas incluyeron exponer las plántulas de cacao al microbioma de la hojarasca que proviene de árboles de cacao adultos sanos, lo que las hace más tolerantes a los daños ocasionados por los patógenos que los dañan. Ese microbioma contiene especies dominantes como el hongo Colletotrichum tropicale, el cual regula la expresión de cientos de genes del cacao, muchos de los cuales tienen que ver con resistencia a patógenos.

En 2008, Mejía y sus colaboradores publicaron un estudio realizado en cuatro fincas de Almirante, Bocas del Toro con el apoyo de la Cooperativa de cacao Bocatoreña, R.L. Como resultado se encontró que el hongo endófito Clonostachys rosea disminuye o controla la esporulación (transmisión) del patógeno Moniliophthora roreri en la fruta del cacao.

Mejía detalló que las principales enfermedades del cacao son:

  • Mazorca negra, causada por especies de Phytophthora
  • Moniliasis, causada por Moniliophthora roreri
  • Escoba de Bruja, causada por Moniliophthora perniciosa.

El científico señaló que "debido a que Moniliophthora solo ataca a la planta en América, países de continentes de Asia y África se han convertido en los máximos productores y exportadores de cacao en el mundo".

Panamá y su sitial en la producción comercial del cacao

 Panamá es el único país de Centroamérica y del Caribe donde se ha desarrollado muy poco el cultivo del cacao con apenas 500 toneladas al año frente a países como Nicaragua que 5,000 toneladas de cacao fino y orgánico, según datos que manifestó el representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) durante el Simposio organizado por INDICASAT AIP y la SENACYT.

Para el Dr. Gerardo Escudero, Representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura,  IICA en Panamá, indicó que  Panamá ocupa el último sitial de la revolución de la productividad y rendimientos del cacao entre 2013-2015, se debe a que el mismo crece de forma silvestre y está abandonado por los sectores público-privado y el rubro solo es defendido por sus productores.

"Panamá tiene el peor desempeño de Centroamérica y el Caribe. Y es que, el cacao, prácticamente crece de forma silvestre y está abandonado, solo vive por el esfuerzo de sus productores, y este rubro aún no se puede considerar con una cadena de valor", destacó.

"Los países de Centroamérica aparecen en el mapa de la producción y comercialización del cacao, muy lejos ya de Panamá", describió el experto. "Hoy, Panamá produce muy poco cacao cerca de 500 toneladas al año, en 5,000 a 6,000 hectáreas, cuando se debería estar produciendo 4,000 toneladas. Una pequeña porción del cacao se comercializa en grano, la mazorca 0.3%; lo demás pasa al proceso de baba a un proceso totalmente desorganizado sin estandarización en el secado y el fermentado del cacao, después pasa a su almacenaje; el grueso pasa a la exportación, con 97.7% y solo el 2% de la producción pasa a las importantes iniciativas de transformación del cacao como artesanías e industria", indicó.

"En un escenario futuro en este rubro, Panamá tendría que hacer una revolución en la producción de cacao además de agregar valor en el secado donde adquiere sus mejores característica y niveles de transformación de la industria y allí entonces buscar la bioeconomía del cacao", manifestó Escudero.

Para lograr el fomento y desarrollo del cacao, el representante del IICA enumeró siete puntos:

  1. Visión de país, con políticas de Estado,
  2. Institucionalidad, definir las reglas del juego e inversión,
  3. Talento humano, asociatividad y las 5C (calidad, cantidad, calendario, certificación y costo),
  4. Revolución de la productividad, incrementar los rendimientos y ampliar las áreas de producción con investigación y el ADN del cacao,
  5. Estandarización, estandarizar el fermentado y secado del cacao,
  6. Agregar valor, transformación del producto: grano, licor, cocoa, manteca y chocolate; la bioeconomía del cacao, y
  7. Comercialización, exportación, sustitución de importación, digitalización y blockchain.

Los puntos anteriores se lograrían con la repoblación del parque cacaotero panameño, la asociatividad empresarial y la ampliación de nuevas áreas.

En Panamá se tiene que reinventar la incipiente cadena cacaotera sobre las bases de la revolución de la productividad y ampliación del área, la agregación de valor y transformación industrial, orientados a la exportación y sustitución competitiva de importaciones y la ampliación y diversificación del consumo nacional.

Lo anterior conllevaría varias metas como: incrementar el consumo interno anual en 10%, lo cual elevaría la producción de cacao en un 300% y la productividad sería de 170 kg/ha a 650 kg/ha, para ellos se requiere ampliar a 6,000 hectáreas. Por otro lado, Panamá tendría que gestionar el reconocimiento ICO de cacao fino y aromático para el 75% de la producción en el 2021 y 100% en el 2023.  El principal desafío es impulsar la transformación industrial del cacao en hasta un 50% de la producción nacional, y finalmente, fomentar la sustitución competitiva de al menos un 25% de las importaciones de cacao bajo todas sus formas.

De acuerdo con el Dr. Mejía, el futuro de la producción panameña podría cambiar en los próximos años, debido al esfuerzo de múltiples actores tal como se ha indicado en el reciente Simposio Virtual Estado Actual de la Producción y Ciencia del Cacao en Panamá.