Existen condiciones para que América Latina y el Caribe incremente la inversión en ciencia y tecnología para el sector agropecuario
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Costa Rica. Expertos internacionales aseguran que existen las condiciones para que América Latina y el Caribe incrementen su inversión en investigación orientada a la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Se trata de un camino que es imprescindible recorrer, dijeron, para avanzar hacia una agricultura más sostenible, que afiance el rol de la región como garantía de la seguridad alimentaria y ambiental del planeta.
Las formas de financiamiento que deben explorar los países del continente para cimentar una agricultura intensiva en conocimientos fueron un eje central del Diálogo regional sobre ciencia, tecnología e innovación en los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe.
El evento de alto nivel se cumplirá durante dos jornadas de trabajo en la sede central del IICA, en San José de Costa Rica, con la participación de más de 100 autoridades y expertos internacionales convocados por el IICA, CGIAR y el Banco Mundial.
Los especialistas Rubén Echeverría, Asesor Senior de Desarrollo Agrícola de la Fundación Bill & Melinda Gates; Eugenio Díaz Bonilla, economista e investigador con más de 40 años de experiencia internacional en asuntos de desarrollo agropecuario y rural; y Martín Piñeiro, Director General Emérito del IICA y Director de Agricultura del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) fueron los oradores en las charlas magistrales sobre el financiamiento y las oportunidades que se presentan para los sistemas de ciencia y tecnología.
Entre quienes asistieron y enriquecieron los debates posteriores a las exposiciones utilizaron autoridades de la Fundación Gates, del Centro Francés de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional (CIRAD), la FAO, CGIAR (una alianza global de investigación para un futuro con seguridad alimentaria, que busca transformar los sistemas alimentarios, terrestres e hídricos ante la crisis climática), el Banco Mundial y el IICA.
También participaron miembros de la comunidad científica, secretarios ejecutivos de mecanismos americanos de cooperación para la ciencia, la tecnología y la innovación de los sistemas agroalimentarios, y autoridades de los institutos nacionales de investigación y tecnología agropecuaria de los países de las Américas y de organizaciones de agricultores, las cuales cumplen un rol activo en los sistemas de innovación.
“Siempre nos hemos quejado porque no se financian los presupuestos de quienes hacemos investigación. En los últimos años la inversión no ha crecido y la necesidad de la sociedad ha aumentado. Pero siempre he sido optimista y creo que están todos los elementos para tejer algo muy interesante en la región en este momento”, dijo Echeverría.
El experto, de nacionalidad uruguaya y con una larga experiencia en organismos internacionales, señaló que la agenda de los sistemas de investigación, sus prioridades y fuentes de financiamiento han cambiado.
“Hoy hay nuevas demandas de inversión pública, vinculadas a temas como cambio climático, conservación de la biodiversidad y restauración de ambientes degradados, y menos fuentes de financiamiento. Estamos viendo que la inversión privada supera a la pública”, señaló.
Echeverría apuntó que Brasil, en América Latina y el Caribe, es el país que tiene mayores índices de inversión en investigación.
“La región invierte poco, en general, en investigación agrícola, en relación a la contribución de la agricultura al PIB, al empleo y a la importancia de las exportaciones de alimentos de los países. Dado el valor económico y social del sector, no hay ninguna razón para que los presupuestos de investigación pública sigan disminuyendo”, afirmó.
Echeverría señaló la fortaleza del sistema de institutos públicos de investigación, universidades y entidades privadas dedicadas a la ciencia y apuntó: “No hay cambio tecnológico sino hay un cambio institucional atrás”.
Cómo alinear las necesidades
Díaz Bonilla dijo que la inversión promedio en América Latina en ciencia, tecnología e innovación en agricultura se ubica en el 1,4% de los ingresos generados por la producción de alimentos, cuando en los países desarrollados el índice es de aproximadamente el 3 o el 4%.
El investigador se refirió a cómo alinear los proyectos con fondos internacionales de desarrollo, bancos multilaterales de crédito, y donantes filantrópicos. “Debemos trabajar –consideró- para reorientar los fondos en función de nuestros objetivos. Tenemos que pensar cómo financiamos proyectos, pero también ver otras posibilidades, como la generación de bonos verdes o incluso otro tipo de bonos, en función de las metas”.
Díaz Bonilla también se refirió a los presupuestos públicos y opinó que hay que ver qué tipo de fondos se orientan a cada capacidad. “Debemos trabajar para convencer a los ministros de Economía de que cuando van a organismos de crédito multilaterales pongan entre las prioridades los fondos para la ciencia en materia agrícola. Hay que revisar el gasto público y reorientarlo en la dirección correcta”, afirmó.