En Panamá ratifican el primer Consejo Directivo Nacional de la Juventud del Sector Agropecuario

“El futuro de la seguridad alimentaria se encuentra en la juventud”

Panamá. Como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Juventud, autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco de las acciones impulsadas por el programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO ꟷiniciativa conjunta de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la FAOꟷ ratifican este día el primer Consejo Directivo Nacional de la Juventud del Sector Agropecuario en Panamá.

Este consejo contribuirá a la representación de las juventudes rurales en los espacios de diálogo e incidencia entre las juventudes panameñas, instituciones del sector agropecuario, organismos internacionales, ONG y sector privado a nivel territorial, nacional y regional.

Esto se da como resultado del Programa Nacional de Juventud Rural (PRONAJUR) que, con el apoyo del programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO, celebró 12 talleres nacionales en las 11 zonas del país para la creación del Plan Nacional de la Juventud Rural del Sector Agropecuario de la República de Panamá, así como la conformación de 11 comités juveniles provinciales.

El nombramiento del Consejo Directivo de Jóvenes Rurales se lleva a cabo durante el taller organizado por el MIDA en coordinación con el programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO en Capira, Panamá Oeste, denominado “Juventud Rural: Retos y Soluciones Dinámicas para el Futuro”, que busca fortalecer el trabajo de la Red de las Organizaciones Juveniles Rurales del país, a través del análisis de las oportunidades de desarrollo del emprendimiento como estrategia de mejoramiento socioeconómico y rural.

En el taller, las instancias participantes, junto a las y los jóvenes líderes, facilitaron la construcción de agendas estratégicas territoriales, con acciones de incidencia y propuestas temáticas a ser impulsadas por las juntas directivas territoriales de PRONAJUR, en coordinación con el MIDA; de tal forma que se promueva la articulación de la oferta institucional para la identificación de mercados sostenibles, con base en las demandas y aspiraciones de los jóvenes en el proceso productivo de sus explotaciones.

Con esto se logrará identificar avances y desafíos de la inclusión de los jóvenes rurales panameños, a fin de obtener ideas innovadoras propuestas por ellos en el rol de transformar el desarrollo local de sus territorios.

El futuro de la seguridad alimentaria se encuentra en la juventud

En todo el mundo, hay aproximadamente 1 200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años, que representan el 16 % de la población total y de los que casi el 90 % vive en países en desarrollo. Los jóvenes son agentes clave del cambio, con un potencial de innovación enorme. Trabajar por y con los jóvenes e invertir en su empoderamiento es fundamental para lograr sociedades prósperas y la transformación rural inclusiva global. 

El futuro de la seguridad alimentaria se encuentra en la juventud, sin embargo, a nivel mundial, cada día menos jóvenes ven un futuro viable en el ambiente agrícola o en las áreas rurales debido a problemáticas muy peculiares que enfrentan empezando por el acceso a una formación educativa de calidad para que las y los jóvenes rurales puedan cerrar la brecha de acceso al conocimiento. De igual manera, la tenencia de tierras propias para trabajar, la falta de una cartelera de financiamiento diferenciada y el acceso a tecnologías que mejoren las capacidades de producción, son parte significativa de las barreras que enfrentan los jóvenes rurales. A esto le podemos sumar otras problemáticas que afectan de manera más tangible a las áreas indígenas como los roles tradicionales de género.

“Fomentar el correcto desarrollo de la juventud rural es un trabajo continuo que debe ser prioritario para asegurar la seguridad alimentaria y nutricional de los países debido al impacto de la juventud en el relevo generacional de un sector que se ve avejentado. Es por ello que es necesario que, tanto las agendas gubernamentales como los organismos internacionales, ONG y el sector privado trabajen de manera conjunta para facilitar oportunidades a las y los jóvenes rurales”, dijo al respecto el Coordinador subregional de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci.

El enfoque de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a través del Plan de Acción Relativo a la Juventud Rural contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, empoderando en la misma medida a mujeres y hombres jóvenes de zonas rurales; protegiendo a las niñas y los niños y otros grupos de jóvenes excluidos; revitalizando las zonas rurales mediante actividades dentro y fuera de las explotaciones agrícolas.

Bajo este contexto, a través de sus programas, la FAO busca apoyar la participación de los jóvenes en el desarrollo rural, impulsar el empleo juvenil en una economía verde inclusiva, fortalecer las capacidades de los jóvenes en zonas rurales para el uso de tecnologías y enfoques innovadores en materia de alimentación y agricultura, apoyar en la creación de servicios rurales para jóvenes y emprendedores agrícolas y fomentar la capacidad institucional para abordar esferas de trabajo relativas a los jóvenes en el medio rural.

Programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO

"Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO" es una iniciativa de cooperación sur-sur triangular liderada conjuntamente por el Gobierno de México, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El Programa trabaja de manera coordinada con instituciones de Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana, para contribuir a que los actores públicos se encuentren en mejor disposición de ofrecer soluciones pertinentes y efectivas a los desafíos y deficiencias que inciden en la inseguridad alimentaria y nutricional de la población rural.

Para ello, "Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO" centra sus esfuerzos en apoyar la generación y el fortalecimiento de marcos habilitantes (políticas públicas, instrumentos normativos, y marcos y mecanismos de gobernanza, gestión y coordinación) que permitan a los actores públicos desempeñar su labor adecuadamente y con plena capacidad, para promover dietas saludables para toda la población, incluida la más vulnerable; facilitar un acceso equitativo de la población rural más vulnerable a los recursos necesarios para generar medios de vida sostenibles; y poner en marcha mecanismos institucionales inclusivos que permitan a población indígena y afrodescendiente, mujeres y jóvenes rurales acceder a oportunidades en condiciones de igualdad.

En Panamá, el programa apoyó, entre otras acciones, la formulación del Plan Nacional de Agricultura Familiar, la Ley 127 del 3 de marzo de 2020 que dicta medidas para el desarrollo de la agricultura familiar, así como su reglamentación.

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